El empresario boliviano y jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, anunció hoy que viaja a Estados Unidos para denunciar ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la violación de sus derechos por parte del Gobierno de turno.

"Estaré en las próximas horas en la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar la violación de mis derechos humanos", declaró a los periodistas.

El partido gobernante inició aproximadamente unos quince juicios a Doria Medina, como parte de su estrategia política de inhabilitarlo para una contienda electoral.

"Estoy siendo perseguido por mis ideas, estoy siendo perseguido porque soy de una línea diferente a la del Gobierno", manifestó el político opositor a Evo Morales.

Dijo que en Washington se reunirá con representantes de la OEA, la Secretaría Adjunta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la División de las Américas del Observatorio de Derechos Humanos.

"Me hacen un juicio de un caso que pasó hace 25 años y piden mi detención con el argumento de que he viajado mucho, sin decir que he vuelto mucho; entonces, haré conocer esto a nivel internacional", enfatizó ante los periodistas.

Doria Medina, fue acusado de la supuesta desviación de unos 21 millones de dólares de fondos públicos a una entidad privada, y tiene programado una audiencia cautelar el próximo jueves en Sucre.

El jefe de UN aclaró que retornará al país el día martes, para asistir a la audiencia cautelares a celebrarse en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

La Fiscalía ha anticipado que solicitará la detención preventivamente de Doria Medina en el proceso por el traspaso de recursos del proyecto FOCAS a Funda-Pro.

"No pienso asilarme, no pienso irme, voy a seguir trabajando y seguir generando empleo en el país. Este Gobierno es pasajero y la población se ha dado cuenta que está terriblemente involucrado en la corrupción", explicó la situación del gobierno de turno.

La embajada de Estados Unidos ha respaldado con una certificación a Doria Medina, en el traspaso de recursos del proyecto Focas, en 1992, cuando era ministro de Planeamiento.

Como era de esperarse, el Gobierno, a través de vicepresidente Álvaro García Linera, ha rechazado la certificación de la embajada americana en Bolivia.

"Ningún documento, ninguna declaración de ningún embajador del mundo, de ningún país del mundo, y mucho menos de los Estados Unidos, está por encima de la ley boliviana", dijo.