TIERRA NOTICIAS. Leopoldo Fernández afirmó en audiencia judicial que sus manos jamás se mancharon con sangre en masacre de Porvenir

El exprefecto del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, acusado en el juicio denominado por el Gobierno como, masacre de Porvenir, dijo el jueves que está preparado para escuchar la sentencia y aseguró que sus manos jamás se mancharon con sangre.

"Mis manos, señor juez, jamás se mancharon de sangre, están limpias y así seguirán por encima de toda infamia", afirmó en su defensa oral del juicio que ingresó en la recta final para la lectura de sentencia.

Fernández afirmó que sacrificó su libertad para encontrar la verdad en ese juicio.

En sus alegatos finales del proceso judicial al que fue sometido, dijo que se violentó el derecho penal y su procedimiento, porque "primero se creó al culpable y, posteriormente, fueron calificados los hechos, además se vulneró la competencia territorial del juicio".

Tras los hechos de Porvenir, indicó que pudo cómodamente haberse ido al Brasil, pero "no me fui del país, haberlo hecho hubiera sido privilegiar mi libertad en desmedro de la verdad", sustentó.

El enfrentamiento en la región pandina del Porvenir se registró el 11 de septiembre de 2008, cuando indígenas y normalistas marcharon a la ciudad de Cobija, generando el riesgo de una confrontación con el grupo de gente de la Prefectura de Pando que enarbolaron "autonomía departamental".

Para evitar desmanes y enfrentamientos en el área urbana de Pando, los "autonomistas" abrieron una gigantesca zanja en la carretera próxima al río Tahuamanu. Sin embargo este obstáculo no impidió el enfrentamiento que fue detonado por el asesinato de uno de los "autonomistas" a manos de los indígenas y normalistas. El enfrentamiento dejó como saldo de 13 personas fallecidas.